miércoles, 5 de diciembre de 2007

Le Vampire



Tú mi alma entera has invadido
como un siniestro vendaval;
tú en mis entrañas te has metido
como la hoja de un puñal.


Tú de mi espíritu humillado
has hecho tu cubil de hiena,
infame, a la que estoy ligado
como el esforzado a su cadena,


como a su juego el jugador,
como el borracho a su botella,
como el cadáver al roedor;
¡Dios te maldiga, siempre bella!
Pedí al puñal mi libertad,
dando con él sobre tu seno;
pedí sus filtros al veneno
para ayudar mi voluntad.


Pero ¡ay!, los dos han respondido
con su desdén a mi inquietud:
"Tú no has de verte redimido
de tu maldita esclavitud.


"¡Loco!... si un día la veías
a tus pies muerta y sin respiro
con besos resucitarías
"Tú no has de verte redimido
aquel cadáver de vampiro."

Charles Baudelaire