miércoles, 29 de agosto de 2007

Les fleurs du mal

Hoy soy feliz. Al fin encontre la version completa de "las flores del mal" traducida por Ángel Lázaro y la traducción de "Las letanías de Satanás" es simplemente sublime en todo sentido.
Dejando de lado este pequeño detalle, estos han sido dias bastante aburridos y talvez lo único rescatable es que he reencontrado el placer de salir a caminar sin rumbo fijo.

Ahora que me doy cuenta me siento extrañamente incómodo escribiendo sobre mí y me parece hasta futil, nosé... encuentro que es demasiado presuntuoso esperar que a alguien siquiera le importe que tuve un buen día o le interese el hecho de que me gusta caminar. Ahora me siento realmente estúpido (a pesar de esto terminaré publicándolo de todas maneras por una suerte de vanidad que aún no logro entender ni busco hacerlo) asi que dejando de lado toda conclusión racional y sentido común...

Algunas confidencias:

- Me siento tremendamente culpable cada vez que me veo obligado a usar puntos suspensivos, creo que es todo culpa de mi fanatismo por Julio Cortázar quien alguna vez dijo que los odiaba.

-Siempre me ha gustado escuchar a la gente llorar. Si, admito que es un placer enfermizo pero no es que disfrute con la desgracia ajena (salvo algunas excepciones), sino que simplemente me gusta el sonido del llanto.

-Las pulgas de mar me dan miedo (¿JA?)

-Odio el football y bailar.

-Suelo comprar cosas que realmente no necesito (caprichos) algunos ejemplos de esto:

  • Un cuchillo corvo del S. XIX,
  • Una bola de cañón de aproximadamente 7 kilos y20 cms de diámetro.
  • 10 kilos de alambre galvanizado.
  • Un dremel
  • Una palanca (tipo crowbar) que nunca uso ni usaré
  • "Fun noodles"
- Me encanta todo lo que tenga que ver con zombies, de hecho me obsesionan (cuando voy a alguna casa suelo reflexionar sobre su "nivel de defensa contra ataques zombie")

-Alguna vez empecé a hacer una cota de malla, me faltó muy poco para completarla

-Me aburro facilmente

-No me gustan los finales.

sábado, 25 de agosto de 2007

Ángeles


Entre la multitud enajenada, camina Ángela, inocente adolescente que descubre los encantos de la gran ciudad. Sus pasos la conducen frente a ese ángel marmoleado, sin atisbo de humanidad.

Una moneda tintinea en el recipiente. El ángel revive.

Las colosales alas níveas parecen abarcar todo movimiento.

Una mano se extiende hacia Ángela.

Ella, con timidez, responde a la petición.

Una blanca flor aparece dibujada con ternura sobre la piel adolescente.

Ángel se arranca el corazón y lo deposita en la mano angelical que se empuña fuerte para no dejarlo volar.

Ángela, en un vagón azul, regresa al cielo.

lunes, 20 de agosto de 2007

Cuando estás tan aburrido, que azotar tu cabeza contra la muralla parece una alternativa razonable, cuando no tienes nada mejor que hacer que acostarte en tu cama a mirar el techo vacío y dejar que las horas se pierdan como gotas en el mar, entonces, amigo mío, tienes exactamente lo que mereces. Una existencia vacía, sin alegrías ni emociones, una vida insípida… insustancial. Desperdiciar de esta manera tus días es un pecado mortal en contra del culto a la divinidad humana, en contra de esta nueva iglesia del antropocentrismo. Por favor considera, seriamente, retirarte de la presencia de aquellos a los que el hado ha favorecido con un pensamiento más elevado, mientras aún conserves un poco de dignidad. Me repugna tu ignorancia, tu solapado espíritu, tu adormecido vigor; me parece insolente tu alma ajena, tu vehemencia sosegada, tu ímpetu resignado. No eres merecedor del don de la reflexión, incluso en sus formas más elementales, deberías verte rebajado a la forma más insignificante pero lo más probable es que ni siquiera seas digno de aquello, me refiero a la existencia, aún en su aspecto más humilde. ¿Te parecen drásticas mis palabras?, pues a mi me parecen groseros tus pérfidos pensamientos, tus rudos modales, tus malas maneras. Veo como te ves disminuido, junto con tu presencia y me doy cuenta de lo insignificante que eres.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Mutter

jueves, 2 de agosto de 2007

El mundo como voluntad y representación.

“La forma de aparición de la voluntad es sólo el presente, no el pasado ni el porvenir: éstos no existen más que para el concepto y por el encadenamiento de la conciencia, sometida al principio de la razón. Nadie ha vivido en el pasado, nadie vivirá en el futuro; el presente es la forma de toda vida”


Schopenhauer (sobre la teoría del tiempo circular)