martes, 24 de abril de 2007

Gott ist tot

Si hay algo de lo que me arrepiento, es de alguna vez haber sido parte de un grupo religioso y peor aún, participado en sus reuniones adoctrinantes y lava cerebros, donde el tema central era el de imponer una filosofía estúpida, inaplicable a situaciones de la vida real y fomentar una mentalidad de rebaño, casi masoquista, que condena los placeres terrenales, la ciencia y que termina por convencerte de que debes “dar la otra mejilla” y “amar a tu prójimo como a ti mismo”, bastante hipócrita viniendo de la institución que dio origen a la inquisición y que además fue ( y sigue siendo) la piedra angular de un sinnúmero de atrocidades.

Pero esta “única inmortal mancha deshonrosa de la humanidad”, en palabras de Nietzche, también significó un increíble retroceso científico durante el predominio de la postura teocentrista en la edad media y que solo pudo ser contrarrestada por el hombre renacentista, un libre pensador…un hereje

Galileo, Voltaire, Servet; Intelectuales rigurosos, gente de valiente actitud moral, se atrevieron a pensar por si mismos y a enfrentarse a lo establecido, tuvieron el coraje de ser libres y coherentes con “su” verdad y llevaron luz donde solo existía una ceguera religiosa.

Si no querer formar parte de un rebaño conformista, hipócrita e iluso significa ser un hereje, entonces supongo que nos veremos en el sexto círculo, donde por cierto, la compañía es genial.

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